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Salud mental – Publican OMS y ACNUDH nuevas orientaciones para atender padecimientos mentales

Salud mental – Publican OMS y ACNUDH nuevas orientaciones para atender padecimientos mentales

Se busca terminar con las violaciones a los derechos humanos y prácticas coercitivas

Con el objetivo de ayudar a los países a reformar su legislación para poner fin a las violaciones de los derechos humanos y mejorar el acceso a una atención de salud mental de calidad, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH) publicaron nuevas directrices en la materia.

La OMS advirtió que las violaciones de los derechos humanos y las prácticas coercitivas en la atención de salud mental, que se sustentan en la legislación y las políticas vigentes, siguen siendo demasiado frecuentes. En todo el mundo, muchos servicios de salud mental continúan recurriendo a la hospitalización y el tratamiento sin consentimiento, condiciones de vida insalubres, la violencia física y el maltrato psicológico.

«La salud mental es un componente integral y esencial del derecho a la salud. Estas nuevas orientaciones ayudarán a los países a introducir los cambios necesarios para prestar una atención de salud mental de calidad que ayude a la persona a curarse y que respete su dignidad, capacitando a las personas con trastornos mentales y discapacidades psicosociales para que lleven una vida plena y saludable en su entorno social», señaló el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.

El organismo apuntó que la mayor parte del gasto público en salud mental se destina a hospitales psiquiátricos; concretamente, el 43% en los países de ingresos altos. Sin embargo, se ha demostrado que los servicios de atención comunitaria a la salud mental son más accesibles, rentables y eficaces que los que priman la atención en establecimientos de salud.

En las orientaciones recién publicadas se proponen medidas para impulsar dicha desinstitucionalización e incorporar en la atención de salud mental un enfoque comunitario basado en los derechos, que incluya una legislación que sustituya progresivamente las instituciones psiquiátricas por sistemas de apoyo comunitario y servicios integradores, por ejemplo, mediante subsidios, ayudas a la vivienda y redes de apoyo entre iguales.

También proponen una legislación que ponga fin a la coacción en los servicios de salud mental y consagre el consentimiento libre e informado como base de todas las intervenciones en esta esfera. Además, en ellas se aconseja cómo tratar los casos más complejos y difíciles mediante legislación y políticas, sin tener que recurrir a prácticas coercitivas.

Volker Turk, Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, expresó: «Debemos tratar de transformar los servicios de salud mental, no solo en cuanto a su alcance, sino también en cuanto a los valores que los inspiran, para que satisfagan verdaderamente las necesidades de las personas y las traten con dignidad. Esta publicación ofrece orientaciones sobre un enfoque basado en los derechos que puede ayudar a introducir los cambios necesarios en los sistemas de atención a la salud mental».

En un comunicado emitido en vísperas del Día Mundial de la Salud Mental, a celebrarse este 10 de octubre, la OMS indicó que, aunque en estas nuevas orientaciones se reconoce que la salud mental no es responsabilidad exclusiva del sector de la salud, se apela a todas las instancias normativas y legislativas que intervienen en la elaboración, la modificación y la aplicación de la legislación que afecta a la salud mental, como las leyes que combaten la pobreza, la desigualdad y la discriminación.

Las orientaciones incluyen una lista de control para que los países evalúen si su legislación sobre atención a la salud mental cumple las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos. Además, en ellas se subraya la importancia de que, como parte esencial de este proceso, se consulte a personas con experiencia práctica y a sus organizaciones, y de que se informe y se conciencie a la población general sobre cuestiones relacionadas con los derechos.

Por último, enfatizó que, si bien las orientaciones proponen un conjunto de principios y disposiciones que pueden incorporarse a la legislación nacional, cada país puede adaptarlas a su situación (su contexto nacional, sus lenguas, sus sensibilidades culturales, sus sistemas jurídicos, etc.), sin por ello comprometer el respeto de los derechos humanos.

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