Noticias
La conducta de los animales durante el eclipse solar

La conducta de los animales durante el eclipse solar

De acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México, la conducta de los animales ante un eclipse total de sol, cambia.

Y es que cada que ocurre uno de estos fenómenos la gente suele dar cuenta de los comportamientos más inusuales, como que las luciérnagas refulgen a mediodía, los perros ladran sin concierto, los búhos ululan, los grillos cantan sin ser de noche o, como algunos paseantes poco afortunados han notado, los mosquitos se levantan de entre la hierba y pican con frenesí, por poner pocos ejemplos.

Científicos de la Máxima casa de estudios del país, explican que esto pasa porque los organismos han evolucionado para adaptarse al eterno vaivén entre el día y la noche y han desarrollado una suerte de reloj interno que, cual metrónomo, marca sus ritmos biológicos en periodos de 24 horas.

“A esto se le llama ciclo circadiano y tiende a mantenerse inalterable; sin embargo, si pasa algo extraordinario como el cambio abrupto de luz a oscuridad que viene aparejado con los eclipses, veremos que algunas criaturas nocturnas se activarán, otras de hábitos diurnos se aletargarán y especies que usan al Sol como brújula se desorientarán y perderán rumbo”.

Ron Fernández, neuroetólogo y posdoctorante de la Facultad de Ciencias de la UNAM, señala, que le llama la atención que, mientras los relatos anecdóticos sobre el comportamiento animal durante los eclipses abundan, los estudios científicos son escasos y, aunque si bien hay algunos que arrojan datos sorprendentes como el realizado en las selvas de Veracruz, donde se constata cómo las arañas Metepeira incrassata en cuanto se ennegrece el cielo deshacen lo que habían tejido minutos antes tan sólo para volverlo a tejer en cuanto el Sol regresa, “las publicaciones existentes resultan insuficientes como para responder a las muchas interrogantes que, todo el tiempo, nos estamos planteando los biólogos”.

A decir de Anthony Aveni, académico de la Universidad de Colgate y uno de los padres de la arqueoastronomía, pocos eventos celestes generan tanta literatura como los eclipses: “Tan sólo dos minutos de oscuridad dieron pie a una centena de artículos en el New York Times en enero de 1925”, recuerda.

Entonces, ¿por qué esta falta de material en lo que respecta a la fauna? El mismo profesor Aveni aventura una respuesta: “Siendo un astrónomo, no puedo imaginar la dedicación y fuerza de voluntad que implica centrar tu atención en un animal durante un eclipse total, en vez de hacerlo en el Sol”.

El fenómeno de este sábado 14 de octubre será visible en toda América: iniciará su camino en Estados Unidos y terminará en Brasil, por lo que representará una oportunidad única para realizar observaciones de todo tipo a lo largo del continente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *