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AstraZeneca admite que su vacuna contra COVID-19 puede causar trombosis
La farmacéutica AstraZeneca admitió por primera vez, ante un tribunal de Reino Unido, que su vacuna contra el COVID-19, en casos «muy raros» puede desencadenar un síndrome de trombosis o “trombocitopenia”, conocido como TTS.
Al menos 51 personas en aquél país han demandado a la farmacéutica por un monto que ya supera los 25 millonesa de dólares; acusan que su vacuna provocó muertes y lesiones graves en el cerebro, y otros padecimientos como trombosis.
La trombosis es un trastorno médico en el que se forman coágulos sanguíneos anormales dentro de los vasos sanguíneos. Estos coágulos pueden obstruir el flujo normal de sangre a través de las venas o las arterias, lo que puede causar una serie de problemas de salud.
Durante la pandemia de COVID-19, se observaron casos raros de trombosis, particularmente trombosis venosa cerebral (TVC), combinada con trombocitopenia (baja cantidad de plaquetas en la sangre), en personas que habían recibido la vacuna de AstraZeneca. Estos casos fueron detectados inicialmente en Europa, lo que llevó a la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y a otros organismos reguladores a investigar la posible asociación entre la vacuna y estos eventos adversos.
En respuesta a estos informes, varios países ajustaron sus recomendaciones sobre el uso de dicha vacuna. Algunos suspendieron temporalmente su uso en ciertos grupos de población, mientras que otros continuaron administrándola con ciertas restricciones, como la implementación de una mayor vigilancia y la emisión de advertencias sobre los posibles riesgos.
La EMA y la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre otros organismos, concluyeron que los beneficios de la vacuna de AstraZeneca en la prevención del COVID-19 superaban los riesgos de estos eventos raros, y que los casos de trombosis son extremadamente raros en comparación con el número total de dosis administradas.
Redacción
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